-extracto del cuarto capítulo-
2003
el año del aparcamiento.
Aunque el campamento se montó dos años
allí el 2003 es recordado como el año del aparcamiento, se trataba
del solar de la antigua Posada en el cruce entre las avenidas de la
Libertad y Trece de octubre; este solar se había asfaltado y se
usaba como aparcamiento, por su situación en el centro del pueblo
era perfecto para que los visitantes nos conocieran mejor y estábamos
más integrados en el mercado medieval.
Y allí estuvimos desde el viernes 18 al
domingo 20 de abril en casetas de madera como el año anterior. Se
encargaron de nuevo nuestro Alcalde Juan y el presidente de la
Asociación Pepe de dar el pistoletazo de salida a las fiestas. Las
peñas iban creciendo en componentes, incluso había grupos de
vecinos interesados en formar nuevas peñas. El buen tiempo acompañó
durante los tres días lo que ayudó a mejorar la camaradería dentro
y fuera del campamento festero.
El desfile del sábado estuvo bastante
bien, volvimos a empezar en el Carril de las Palmeras y por la
Avenida de la Libertad hasta el campamento; algunas peñas estrenaron
traje especifico para el desfile y se fabricaron complementos, como
la catapulta que se construyeron los de Alkazar de Istar, un gran
armatoste hecho con grandes tablones que a mitad de desfile rompió
las ruedas y se vieron obligados a llevarla en peso hasta el final.
Ya estábamos cogiendo experiencia en la
organización del evento y aumentaba la ilusión por hacer algo
grande de la fiesta así que para no perder la esencia primigenia
decidimos delimitar algunos puntos para próximas ediciones se
estableció, por parte de la Asociación, el mantener la seriedad
tanto en el desfile como en el campamento y la obligación de cada
peña de comunicar las variaciones en su uniforme que desde entonces
tienen que ser aprobadas en asamblea de la directiva con la finalidad
de que la fiesta no se convirtiera en una competición de trajes ni
en una mascarada. También se decidió a partir de este año aceptar
nuevas peñas exigiendo tres requisitos: mínimo de veinte miembros
adultos, que los uniformes fuesen claramente diferenciados de los que
ya existían y participar el primer año a modo de prueba.
En el campamento varias anécdotas
hicieron que este año quedara en nuestra memoria: la cena en común
de peñas, para después del desfile, se encargó a un servicio de
catering (pollo asado con patatas y ensalada) no estuvo mal pero
tantas raciones a repartir y sin experiencia previa en estos asuntos
hizo que no saliese bien, por un lado faltaron raciones, por otro
sobraron, la mayoría frías y algunos ni se enteraron que había
cena, tomamos nota para el futuro; se unificaron la música y las
actividades dentro del campamento gestionadas por la recién creada
asociación de peñas.
Pero lo que más repercusión tuvo fue
una canción que a pesar de llevar varios años sonando tenia una
fácil y pegadiza coreografía y un estribillo fácil de cantar hasta
por los menos entendidos en ingles, se trata de “Hey Baby” en la
versión de DJ Ötzi; cada vez que sonaba los de la peña Las
Ñoriscas salían a bailar, con Pepe el Canario al frente, y poco a
poco se iban sumando a la fila más festeros y transeúntes, tuvo su
gracia y cada año se repitió con mas participantes hasta
convertirse en una especie de himno nuestro, así de simple ocurrió:
el “año del aparcamiento” fue el año que nació el “hey Baby
Berberisco”, la canción que nos hace salir a todos a bailar sea
cual sea la situación en la que nos encuentremos, no
importa el estado de ánimo ni las cosas pendientes basta el primer
compás para llenar la pista de berberiscos.
Terminamos este año con tanta ilusión
como los anteriores y con la convicción de que la fiesta iba bien
encaminada, el publico más entusiasmado y las peñas con ganas de
mejorar, aún no habíamos terminado y ya estábamos pensando en el
año siguiente, ese es el espíritu ¡hey baby!
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