Crónica de los Berberiscos de Los Alcázares.- V

- extracto del quinto capítulo -



2004 el año sin desfile.




Triste nombre para los berberiscos el de este año; volvimos a estar en el aparcamiento y como había dos peñas nuevas se amplió el recinto con un solar cercano. Teníamos previsto representar un desembarco de piratas berberiscos en la playa de la concha y muchas peñas se habían preparado un nuevo traje para el desfile pero el tiempo no acompañó.

Comenzamos el viernes nueve de abril, el mercado más grande que el año anterior y el saco de ilusiones repleto. Después de la presentación e inauguración del campamento a medio día, comenzó una fina y persistente lluvia que aparte de tenernos a resguardo toda la tarde nos obligó a suspender el primer desembarco y retrasar el concierto de la noche, pese a todo y bajo la protección de varios paraguas en el campamento seguimos con mucha ilusión preparando comidas y bailando entre chaparrón y chaparrón.

Esa noche recogimos temprano con el deseo de ver un amanecer más benigno.

El sábado siguió lloviendo a ratos y para colmo la zona del solar se estaba convirtiendo en un barrizal y obligó a las dos peñas situadas en él a recolocar todos sus enseres para evitar el agua.

Entre paraguas y resignación pasamos la mañana y a media tarde cuando tocaba prepararse para el desfile las peñas nos reunimos con el concejal responsable de festejos, no pintaba bien el tiempo, la lluvia intermitente y un viento más que fresco nos hacia dudar. Tras pensarlo mucho y sobre todo pensando en los muchos niños que había en las peñas decidimos suspender el desfile.

Entre lágrimas volvimos cada peña a su puesto en el campamento, no cabía otra que aceptarlo con paciencia y esperar que el tiempo mejorara.

Cuando ya parecía que la fiesta se daba por terminada ese año nos asaltó el espíritu berberisco, teníamos que vencer a la desesperanza y sin pensarlo salimos a bailar por las calles adyacentes en un largo pasacalle improvisado, entre aplausos del escaso publico y los comerciantes del mercado medieval.

La lluvia pudo con el desfile y los actos programados pero no con nosotros.

Paró de llover justo a tiempo como para preparar la cena y que empezara el concierto pero la alegría duró poco pues volvió la lluvia con más intensidad y finalmente tuvo que suspenderse.

El domingo 11 amaneció bonito, sin viento y con sol, pasamos la mañana recuperando ánimos y con intención de aprovechar cada minuto pero no era nuestro año, al medio día comenzó de nuevo la lluvia y más fuerte por lo que solo quedaba la opción de recoger todo lo antes posible.

Pese a todo no decayeron las ganas de seguir adelante y bajo la lluvia de la sobremesa del domingo bailamos el hey babe como despedida, sin música, calados hasta los huesos y con una sonrisa forzada deseando que llegase el año siguiente para disfrutarla el doble.

Berberiscos sin barcos” titulaba el periódico El faro al lunes siguiente y dejaba constancia en la prensa de lo mucho que se estaba arraigando nuestra fiesta en la comarca y del interesante reclamo turístico que representaba para Los Alcázares.

En fin, un año sin pregón, sin desembarco ni desfile pero celebrado bajo los paraguas con la ilusión que solo los Berberiscos de Los Alcázares son capaces de generar y contagiar.






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